María Simma relata, en «Sáquennos de aquí», que ciertas almas que le han visitado eran obispos. Explica que algunas de esas almas están en el Purgatorio por haber permitido la Comunión en la mano en sus diócesis. También cuenta cómo Juan Pablo II estaba al corriente de sus revelaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario