La persona humana podría compararse a una ciudadela protegida por murallas, en cuyo centro se encuentra un castillo que representa lo más interior y esencial del ser, rodeando al castillo se encuentra la plaza del mercado, lugar de interacción con el exterior, y tras las murallas lo enemigos que lanzas sus flechas hacia la zona interior.
Esas flechas son las sugestiones al mal, las tentaciones. El pensamiento de hacer el mal es ajeno a la persona humana, pero si esta lo acoge como suyo desde el consentimiento libre entonces se engendra el mal, o pecado en la tradición cristiana. Para combatirlo debemos analizar y conocer las fases de este proceso:
1. Sugestión.
2. Coloquio.
3. Combate.
4. Consentimiento.
5. Pasión.
PADRE DANIEL.SMDANI
Parte 1: ¿Cual es el origen del mal?
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