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Nuestra Señora de Lourdes


Francia – 01/01/1858

ADVOCACIÓN

Nuestra Señora de Lourdes.

LUGAR

Santuario Notre-Dame de Lourdes,1, avenue Monseigneur Théas, 65108, Lourdes Cedex, en la región Mediodía-Pirineos, departamento Altos Pirineos, capital Tarbes, en Francia.

FECHA

En el año 1858.


RECONOCIMIENTO ECLESIÁSTICO
Grado de aprobación eclesiástica:
Máximo.

LA VIDENTE

Santa Bernardita Soubirous.

EFEMÉRIDES

Día 11 de febrero: Nuestra Señora de Lourdes.
Día 18 de febrero (en Francia) y/o 16 de Abril : Santa Bernardita Soubirous.

FUENTES

www.hospitalidadmadrid.es

LA HISTORIA
Bernardette se encontraba en Lourdes, porque insistió en volver a su pueblo natal, para recibir la Primera Comunión. Se encontraba con su nodriza en Bartres, que la acogió para darla trabajo cuidando el ganado, debido a la pobreza en la que vivían sus padres y el resto de sus hermanos.
En Lourdes, en una gruta, se le apareció la Virgen Santísima quién la eligió entre la humanidad, para revelarse como la Inmaculada Concepción, dogma aprobado apenas cuatro años atrás.
En señal de agradecimiento, la Virgen se apareció dieciocho veces a Bernardette.
A partir de entonces la seguía la multitud: muchos para orar con ella y muchos otros para burlarse y menospreciar el mensaje de la Virgen María. Pero Bernardette ante la dificultad, no solo moral sino también física (tuvo una salud muy frágil a lo largo de sus 35 años) se creció en santidad cultivando aquellas virtudes cristianas como la simplicidad y la piedad.
El párroco de Lourdes, sacerdote con carácter amargo, rechazó al principio las apariciones, pero luego al contemplar perplejo la revelación de la Virgen como la Inmaculada Concepción, en boca de la pobre y analfabeta niña Bernardette, comprobó la autenticidad de las mismas.
Los milagros de las curaciones de enfermos no tardaron en ocurrir.
El 18 de enero de 1862 el obispo de Lourdes, firmó la pastoral aprobando las apariciones. León XIII aprobaría más tarde el oficio y la misa en Lourdes. Pío XI elevaría a la santidad a la hermana María Bernardette el 8 de diciembre de 1933.

EL MENSAJE

“Lo que tengo que comunicarte no es necesario escribirlo, hazme únicamente el regalo de venir aquí durante quince días seguidos”, Bernardette se lo prometió y la Virgen contestó: “Yo también te prometo hacerte dichosa, no ciertamente en este mundo, sino en el otro”.
“Rogad por los pecadores”. Y le dijo a Bernardette un secreto que no debía revelar a nadie y una oración que le hacía repetir a solas.
“Y ahora, hija mía, ve a decir a los sacerdotes que aquí, en este lugar, debe levantarse un santuario, y que a él deben venir en procesión”.
Penitencia, Penitencia, Penitencia”. “Rogarás por los pecadores y besarás la tierra para su conversión.
La Virgen le reveló tres secretos que no debía comunicar a nadie.
“Y ahora ve a beber y a lavarte los pies a la fuente y como la hierba que hay allí”. “No vayas allá, ve a la fuente que está aquí”. Bernardette excavó en la tierra y la empezó a encontrar húmeda, y a los pocos instantes brotó agua, inicio del líquido puro sin propiedad térmica alguna en el que no sobrevive ninguna bacteria.
“Yo soy la Inmaculada Concepción”, así reveló la Virgen su identidad a Bernardette.
En 1854 el Papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción.

LOS MILAGROS
El párroco de Lourdes había pedido a la niña que la Virgen diera una señal: el pobre obrero de las canteras, Bourriette, que había tenido durante veinte años el ojo izquierdo mutilado por una explosión, se frotó el mismo con el agua y comenzó a gritar de alegría: había recobrado la vista, a pesar de las cicatrices que aún perduraban después del milagro.
Muchas otras curaciones y milagros han sido fruto de la intercesión de la Virgen de Lourdes.

LA VIDENTE

Santa Bernardita Soubirous nació en Lourdes en 1844. Hija de padres muy pobres, la bautizaron como María Bernarda, nombre que ella emplearía después al hacerse religiosa de la Comunidad de las Hijas de la Caridad, de Nerves.
Era la mayor de varios hermanos y sufrió desde niña múltiples enfermedades, como el asma y la tuberculosis. Desde el 11de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año, la Santísima Virgen se le apareció 18 veces.
Desde entonces, sus ojos brillaron de un modo especial y a pesar de todas las dificultades que tuvo que sufrir, no solo de los interrogatorios que tuvo que padecer de clérigos, procuradores, policías…etc, sino incluso en su vida como religiosa, tuvo que soportar la humillación constante de su superiora y otras novicias, ella no dejó en ningún momento de mostrar alegría y paciencia, pidiéndole a Dios que la concediera valor y fortaleza para soportar la enfermedad y la humillación.
Duró quince años como religiosa, cuidando enfermos y después como ayudante en la sacristía, lo que aprovechó muchísimo para estar orando cerca del Santísimo Sacramento. No volvió más a su querida gruta de Lourdes pero en 1879 exclamó emocionada: “Yo vi a la Virgen”.” Si, la vi, la vi, ¡Qué hermosa era!” Al morir exhaló: “Ruega Señora por esta pobre pecadora”.

Murió a los 35 años de edad, y su cuerpo permanece incorrupto. La hermana Elisabeth que la enseño a escribir y a leer mejor en el hospicio, diría a la Superiora: encuentro en ella una inteligencia muy viva, un candor perfecto y un corazón exquisito.
El Papa Pío XI la proclamó santa el día 8 de diciembre de 1933.

EL TEMPLO
La palabra “santuario” designa en el lenguaje religioso un edificio o un lugar de peregrinación. En ese sentido la Gruta y la Basílica de la inmaculada Concepción (Basílica Superior), construida por Mons. Laurence, el Obispo de las apariciones, constituyen el santuario original.
Ulteriormente, todo el conjunto de iglesias y edificios que tienen como centro la Gruta recibe el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
La roca en que se encuentra la Gruta se llama Massabielle, que significa peña vieja. En este bloque de 27 metros de altura, la Gruta mide 3,80 metros de alta, 9,50 de fondo y 9,85 de ancha.
La gruta está formada por tres cavidades desiguales. La más grande se ha convertido en el lugar de celebración de la misa. A media altura, un poco a la derecha, se encuentra un nicho ojival de 2 metros de altura. Allí se apareció la Santísima Virgen a Bernardette Soubirous, 18 veces, entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858.
La imagen, de 1,88 metros de altura, representa la Aparición en la actitud que tenía cuando dijo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Fue instalada en ese nicho el 4 de abril de 1864. Y fue realizada por Joseph Fabisch, profesor de la escuela de Bellas Artes de Lyón.
En el suelo, a la izquierda delante de la Gruta, está señalado por una placa el sitio exacto donde se encontraba Bernardette: aquí rezaba Bernardette el 11 de febrero de 1858. Al fondo de la Gruta, a la izquierda del altar, se puede ver la fuente que descubrió Bernardette siguiendo las indicaciones del Virgen, el 25 de febrero de 1858.
Detrás del altar, se encuentra una urna donde cada uno puede depositar sus intenciones de oración. Delante del altar, una placa recuerda la visita del Papa Juan Pablo II, el 15 de agosto de 1983.
El jueves 11 de febrero de 1858, Bernardette oye un ruido como una ráfaga de viento y ve una luz. Ve a una joven, vestida de blanco, con un cinturón azul, una rosa amarilla sobre cada pie y un rosario pendiente del brazo: Hasta el 16 de julio de 1858, Bernardita se encontrará con ella 18 veces.
Ya en tiempos de las apariciones se contaron hasta 10.000 personas reunidas ante la Gruta. Actualmente, la Gruta es uno de los lugares más visitados del mundo, con unos seis millones los peregrinos y visitantes que acuden cada año a rezar ante la Gruta de Massabielle.
Los peregrinos hacen cola pacientemente para entrar en la Gruta. Una vez llegados a ese lugar santo, rezan, se recogen ante el manantial, tocan la roca de la Gruta, para expresar su agradecimiento a María y su confianza en Dios. “Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.”. (Salmo 17, 2-3).
ORACIONES VARIAS
Oh María, el Espíritu Santo hizo en ti maravillas:
Él, con su poder, te ha colocado junto al Padre,
en la gloria de tu Hijo, el Viviente.
Vuelve tu maternal mirada
a nuestras miserias del cuerpo y del espíritu.
Que tu presencia, como luz reconfortante,
brille a nuestro lado en el trance de la muerte.
Queremos rezarte, oh María,
con sencillez de niños, como Bernardita.
Que entremos, como ella, en el espíritu
de las Bienaventuranzas;
así podremos, ya aquí abajo,
empezar a conocer las alegrías del Reino
y cantar contigo tu Magníficat.
¡Gloria a Ti, Virgen María,
dichosa servidora del Señor,
Madre de Dios,
morada del Espíritu Santo!
¡Amen!Santísima Virgen de Lourdes,
Que a ninguno desamparas ni desechas,
mírame con ojos de piedad y alcánzame de Tu Hijo Perdón de mis pecados
para que devoto afecto celebre tu santa e Inmaculada Concepción,
en tu milagrosa imagen de Lourdes
y reciba después el galardón de la Bienaventuranza del mismo que eres Madre. AménOración de Juan Pablo II
Enséñanos a creer como Tú has creído.
Enséñanos a amar a Dios y a nuestros hermanos como Tú los has amado.
Haz que nuestro amor hacia los demás sea siempre paciente, benigno y respetuoso.
Oh Virgen Santísima de Lourdes, míranos Clemente en esta hora!

Oración para comenzar la novena
(Comienza el 2 de febrero)
Te pedimos Señor, que nosotros tus siervos gocemos siempre de salud de alma y cuerpo;
y por la intercesión de Santa María, bajo su advocación de la Virgen de Lourdes,
líbranos de las tristezas de este mundo, concédenos las alegrías del cielo
y la gracia especial que te solicitamos en esta novena.
Por Cristo Nuestro Señor.Amén.


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