“Sal...
Es la invitación que nos hace el papa Francisco a salir de nosotros mismos, de
nuestras fronteras y de la propia comodidad, para, como discípulos misioneros,
poner al servicio de los demás los propios talentos y nuestra creatividad,
sabiduría y experiencia. Es una salida que implica un envío y un destino.
...
de tu tierra” La expresión resulta evocadora del origen del que
parte el misionero que es enviado a la misión, y también del destino al que
llega. La misión ad gentes es universal y no tiene fronteras. Solo quedan
excluidos aquellos ámbitos que rechazan al misionero. Aun así, también en ellos
se hace presente con su espíritu y su fuerza.
ORACIÓN
http://www.domund.org/
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