El Papa Francisco propone a los educadores “que añadan un nuevo contenido en la enseñanza: la fraternidad”. Los invita a “ser creadores de comunidad” y reza para que sean “testigos creíbles, enseñando la fraternidad en lugar de la confrontación”. Porque un educador, remarca el Papa, hace mucho más que enseñar matemáticas, geografía o historia: “es un testigo que no entrega sus conocimientos mentales, sino sus convicciones, su compromiso con la vida”.
“Quiero proponer a los educadores que añadan un nuevo contenido en la enseñanza: la fraternidad. María Simma, Sáquennos de aquí (5): Oración y ayuno
En este capítulo de «Sáquennos de aquí», María Simma habla sobre la importancia de la oración, de cómo tantas veces acudimos a Dios solamente cuando necesitamos ayuda, mientras que es preciso acudir a Él también para darle gracias y alabarlo. Por otro lado, explica cómo el ayuno ayuda a la oración y puede llegar a transformar a una persona.
Funeral Benedicto XVI: El Papa Francisco lo preside en la Plaza de San Pedro
Especial informativo en torno al funeral de Benedicto XVI, conducido por Carlos Franganillo, acompañado por Lorenzo Milá, excorresponsal en Roma, Antonina Wozna, doctora en Teología y miembro de la Asociación de Teólogas Españolas, y Juan Carlos Ramos, director de ‘El día del Señor’. También habrá conexiones en Roma y El Vaticano con la corresponsal Begoña Alegría y el enviado especial Javier Gutiérrez.
Capítulo 10- Parte 3 'Conociendo las Escrituras': La alianza davídica
En este programa además de los siete rasgos principales de la alianza davídica, también podemos ver tres rasgos secundarios que llegarán a ser muy importantes en la Nueva Alianza.
Apocalipsis: Leer, escuchar, guardar 2/7
En el segundo programa dedicado a «Apocalipsis: Las siete cartas», Beatriz Ozores Rey, licenciada en Ciencias Religiosas, reflexiona sobre el prólogo y su significado. Es importante comprender que la «catástrofe» a la que se refiere es sobre todo una catástrofe interior, donde tiene lugar la pérdida de la fe en el Imperio y en nuestras fuerzas y nace la fe en Jesucristo y una verdadera llamada a la conversión. El gran cambio es que entre en nuestro corazón el reino de los Cielos. Pero en el corazón no puede haber dos reyes: si Jesús es el rey, no puede serlo el César. Ahí comienza un combate en el que la pieza clave es la perseverancia.
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