A veces pensamos que ser cristiano es difícil. Pero hay lugares donde lo
es mucho más que en otros, como en Asia. Aquí el cristianismo es una
minoría y, como otras minorías religiosas, sufre a menudo persecuciones.
Pidamos para que todas las religiones, también las minoritarias,
encuentren la libertad que a veces hoy no tienen en el continente
asiático.
“En el variado mundo cultural de Asia la Iglesia afronta muchos retos y
su tarea resulta aún más difícil por el hecho de que constituye una
minoría.
Estos retos son compartidos con otras tradiciones religiosas
minoritarias a las que nos une un deseo de sabiduría, verdad y santidad.
Cuando pensamos en el sufrimiento de los que son perseguidos por su
religión, vamos espontáneamente más allá de las distinciones de rito o
de confesión: nos ponemos del lado de los hombres y mujeres que luchan
por no renunciar a su identidad religiosa.
Pidamos por todos ellos para que, en los países asiáticos, los
cristianos, como también las otras minorías religiosas, puedan vivir su
fe con toda libertad.”
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