Pablo, después de un largo y duro viaje por mar, llega finalmente a Roma acusado injustamente por algunos judíos en Jerusalén de introducir paganos en el área del Templo reservada estrictamente a los judíos. Este delito era castigado con la pena de muerte por la Ley judía pero Pablo, como ciudadano romano, había apelado al Cesar y por eso fue llevado a Roma para ser juzgado ante él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario